El Gobierno de Guatemala intensificó los controles en cárceles y pasos fronterizos con México y Honduras luego de la fuga de 20 privados de libertad catalogados como altamente peligrosos y vinculados a la pandilla Barrio 18.

La operación de búsqueda y recaptura incluye a cientos de agentes de las fuerzas de seguridad, quienes mantienen vigilancia especial en carreteras y puntos estratégicos del país. Como resultado inicial, las autoridades confirmaron la recaptura de Byron Fajardo Revolorio, de 40 años, uno de los principales cabecillas fugados. Fajardo fue localizado en las cercanías del centro penitenciario Fraijanes II, al este de la capital, donde cumplía condena desde 2004 por delitos de asesinato, extorsión y robo agravado.
El Ejecutivo anunció una recompensa de 20 000 dólares por información que permita dar con el paradero de cada uno de los reos prófugos. En respuesta a la crisis, el director del Sistema Penitenciario y las autoridades del penal fueron removidos de sus cargos, aunque el ministro de Gobernación descartó su renuncia.
La evasión se produce en un momento de creciente preocupación por el repunte de homicidios y hechos violentos atribuidos a estructuras pandilleras. Ante ello, el presidente Bernardo Arévalo impulsa una iniciativa de ley antipandillas que contempla penas más severas, la modernización del sistema carcelario y la construcción de una prisión de máxima seguridad equipada con tecnología biométrica para el control de internos.
De forma paralela, Guatemala mantiene coordinación con México, Honduras, El Salvador e Interpol para localizar y capturar a los miembros del Barrio 18 que aún permanecen prófugos.